Vacaciones en Egipto

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Egipto, una de las mayores civilizaciones de la humanidad, con miles de años de historia a sus espaldas, y donde se encuentra una de las 7 maravillas del mundo: las pirámides.

Pirámides de Giza
Pirámides de Giza

Egipto es uno de los destinos más atractivos para unas vacaciones llenas de aventura, donde encontraremos algunos de los monumentos y templos más antiguos creados por el hombre. Sin embargo, antes de elegir Egipto como destino para nuestras vacaciones, hay que tener en cuenta que no se trata de un viaje de relax, sino más bien todo lo contrario, ya que quien quiera disfrutar de Egipto todo lo posible, debe prepararse para unas jornadas realmente frenéticas en las que tendremos que madrugar, andar, esperar, siempre que nuestra intención sea verlo “casi todo” en Egipto.

Antes de contratar las vacaciones

Si es nuestra primera visita a Egipto, y no somos demasiado aventureros, es conveniente contratar el viaje a través de una agencia especializada en Egipto, que se encargue de contratarnos la motonave para el crucero, el hotel y por supuesto el guía. También es posible salir de casa habiendo contratado un paquete turístico que incluya la entrada a los principales templos y museos del país, lo cual nos ahorrará hacer cola para comprar la entrada.

El paquete “estándar” de vacaciones en Egipto que ofrecen las agencias de viajes consta de 7 días, de los cuales 4 son de crucero por el Nilo y 3 sólo para la ciudad de El Cairo. Según la disponibilidad, nuestro principal destino puede ser Aswán (sur) o El Cairo (norte). Si comenzamos por la capital del país, el crucero transcurrirá de norte a sur a través del Nilo, y viceversa. El orden en que realicemos el trayecto no va a influir en el viaje, por lo que no debe ser un aspecto que nos preocupe por más que nos aconsejen empezar por un sitio u otro. Evidentemente, lo primero que veamos será lo que más nos vaya a impresionar, se trate de las Pirámides de Giza o el templo de Abu Simbel.

Templo de Abu Simbel
Templo de Abu Simbel

Lo que quizá sea más importante a la hora de contratar el viaje es escoger bien la época del año, ya que los meses de veranos son realmente calurosos en Egipto, pudiendo alcanzar los 50ºC al medio día en algunos lugares, así que en el caso de que viajen niños pequeños o mujeres embarazadas, conviene programarlo para otoño o primavera.


Qué llevar en la maleta

Puesto que se trata de un destino exótico, es conveniente ir preparados para ciertas condiciones que quizá no hayamos encontrado en otras vacaciones. Aquí van algunos consejos a tener en cuenta antes de hacer la maleta:

  Calzado cómodo: vamos a andar varios kilómetros al día, sobre todo recorriendo los museos y templos, por lo que se recomienda usar calzado cómodo y transpirable.

  Abrigo ligero: por lo general no lo vamos a necesitar salvo el día que visitemos el Templo de Abu Simbel (a las 7 de la mañana hace mucho frío en el desierto).

  Repelente de insectos: dependiendo de la época en que vayamos, podemos encontrar mosquitos cuyas picaduras suelen dar bastante reacción a algunas personas. En la farmacia lo podemos encontrar, simplemente indicando que vamos a Egipto nos recomendarán un repelente para condiciones extremas.

  Dinero en efectivo: los euros son aceptados en cualquier parte del país, y durante los días de crucero va a ser difícil encontrar un banco en el que hacer un reintegro, por lo que conviene llevar algo de efectivo siempre en billetes pequeños, y algunas monedas de 0,50€, 1€ y 2€. Cuando estemos en El Cairo, en nuestro propio hotel podremos cambiar Euros por Libras Egipcias, algo que debemos hacer en cuanto podamos para evitar andarnos con conversiones mentales de divisas.

  Tarjeta de crédito: ¡no sólo de débito! como en cualquier viaje al extranjero, conviene ir preparados con una tarjeta de crédito para imprevistos, ya que aunque en los cajeros de allí se puede sacar dinero sin problemas, cualquier contratiempo con el banco nos puede dejar en un grave apuro.

  Cargadores: para el móvil, la cámara de fotos… o en su defecto pilas de Litio de sobra. En la habitación tendremos 2-3 enchufes disponibles de 220V, por lo que si llevamos muchos cargadores convendrá también llevar un ladrón de enchufes.

  Almohada cervical: hay unos modelos hinchables que van muy bien para dormir sentado: en el avión, en el autobús. Aprovecharemos cualquier desplazamiento para echar una cabezada.

  Tapones para los oídos: sobre todo para dormir, si es que somos sensibles al ruido por las noches. En el Cairo el tráfico es muy denso de día y de noche, y los coches usan el claxon hasta para girar el volante. Durante el crucero, depende de dónde nos ubiquen es posible que el ruido del motor de la motonave nos moleste.

  Espacio de sobra: en Egipto vamos a comprar de todo, y conviene reservar espacio en la maleta para facturar los objetos más resistentes. Los que sean más frágiles los traeremos como equipaje de mano en el avión.

  Medicamentos: si padecemos algún tipo de enfermedad es recomendable llevar una cantidad suficiente de medicinas, al igual que si somos propensos a algún tipo de malestares puntuales conviene llevar medicamentos de forma preventiva, ya que después allí puede ser imposible encontrar un medicamento en concreto. No es necesario llevar medicinas contra la diarrea. Si por casualidad sufrimos una diarrea durante el viaje, por el cambio del agua o por la comida, los guías ya van preparados con este tipo de medicinas, y posiblemente sea más efectiva que la que hayas comprado antes del viaje.

  Mochila o bolsa bandolera: nos acompañará a todas partes durante el día, y conviene que nos deje las dos manos libres para ir cómodos.

  Pasaporte en vigor: si nuestro pasaporte va a caducar en los próximos 2 meses al inicio del viaje podemos tener problemas.

A la hora de comprar en Egipto

Bazar en El Cairo

Uno de los fallos que todos los turistas solemos cometer la primera vez que vamos a Egipto es pagar el precio que nos piden. Para nosotros es normal que todo tenga un precio regulado, pero allí el precio lo pone el vendedor, y como norma general piden unas 4 veces más de lo que realmente vale el producto. Es decir, si nos piden 4€ por un artículo, seguramente podamos comprarlo por 1 ó 2€, tanto si compramos en mitad de la calle como si lo hacemos en una tienda, salvo casos en los que exista una tarifa, lo cual es muy difícil que exista en ningún comercio (excepto restaurantes). Los productos en Egipto son mucho más baratos que aquí (recordemos que no es un país rico) por lo que un precio que nos parezca justo, seguirá siendo caro allí.

Regatear es la clave: en Egipto impera la ley del regateo. Si pagamos lo que nos piden sin intentar bajar el precio, seremos malos compradores. Al principio puede dar un poco de apuro negarse a pagar la cantidad que nos piden, pero si el vendedor nos ve interesados, no nos dejará escapar sin que lo hayamos comprado, aunque sea al menor precio, por lo que antes de pagar conviene negociar a la baja. En algunos casos nos preguntarán cuánto estamos dispuestos a pagar por el producto, y en otros directamente nos dirán un precio.

Ejemplo: si el precio lo ponemos nosotros, un punto de partida de la negociación es decir menos de la mitad de lo que creamos que vale, y si es el vendedor quien nos hace una oferta, entonces debemos ofrecerle menos de la mitad. ¡Ojo! en muchos casos el vendedor se mostrará indignado ante nuestra oferta, pero no hay que preocuparse, ¡forma parte del regateo! a continuación nos hará una oferta y después la debemos contrarrestar con ligeros aumentos de nuestra oferta, sin llegar a la mitad del precio inicial del vendedor.

Lo cierto es que esta forma de comprar para nosotros resulta agotadora y agobiante, si no estamos acostumbrados a regatear, pero de esta forma acabaremos gastándonos menos dinero y volveremos con muchos recuerdos de Egipto.